septiembre 24, 2010

Aquellas lineas-

"Yo nunca había pensado que lo conocería. Nunca pensé en conocer a alguien que me haría la más feliz o la más desdichada. Pero así fue, lo conocí a él, al amor de mi vida, a él, al hombre que voy a amar hasta el día de mi muerte, simplemente a él… Al verlo sentía que no me faltaba nada ni nadie, pero ¿por qué? ¿por qué tuvo que durar tan poco? Ni bien lo empezaba a conocer ya no estaba, desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Pero yo sé, yo sé que el no se fue, yo sé que no se irá, siempre estará en algún lugar del mundo esperándome a mí, esperando que llegue a él, que me tire a sus fuertes brazos para que me proteja, y así será. Hay algo en mí que lo dice, algo que me susurra al oído “Él vendrá, tú irás a él, algo pasará, pero lo encontrarás”. Nunca perderé las esperanzas, eso no, no hasta que mi propio dolor me termine de carcomer por dentro…

… Y así pasaron los años, y aquí estoy, y aún no lo encuentro, pero las esperanzas ¡como las mataría de un golpe! Pero yo cumpliré mi promesa. Lo querré hasta el día de mi muerte…"

Un rastro de sangre manchaba la hoja que Rosario leía. Quedó estupefacta. Algún día le preguntaría a su abuela quién había escrito aquellas líneas.

FIN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario