octubre 14, 2010

La Dama

Él quería jugar, y tan sólo imaginar.
Pero al jugar con la Dama no se pudo salvar
de que se convierta en realidad ese juego de tragedia.
Ese juego infantil y adulto,
de valientes y, a su vez, estúpidos.
Sólo ellos serán los que se animarán
a enfrentarse con la Dama mortal.
Pero no confíen en ganar,
hagan lo que hagan perderán.
No te metas con la Dama porque ella sabrá como engañarte y perderás,
siempre perderás.
Él quería jugar y tan sólo imaginar.
Pero al jugar con la Dama Mortal,
no pudo evitar perder su magia y su risa,
perder el alma y hasta el poder de amar.
La Dama volvió a ganar.

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